Tratamientos capilares: los 4 mejores del mercado

La alopecia, en todas sus variantes, es un problema que termina afectando a buena parte de la sociedad. Y solemos pensar que el único modo de solucionar la caída del cabello es mediante un trasplante o injerto capilar. Sin embargo, existen otras alternativas médicas que están obteniendo resultados mucho más que notables.

Por ejemplo, en los pacientes que sufren de alopecia androgenética, la dihidrotestosterona (DHT) acelera las fases de crecimiento del folículo piloso, provocando un recambio acelerado del mismo. Esto hace que el pelo se vaya afinando hasta agotar prematuramente sus ciclos vitales. En este punto, y de forma progresiva, se hacen evidentes los signos de la calvicie.

Mediante un estudio genético (Tichotest) del paciente, el dr. Julio Méndez podrá abordar el problema de la pérdida de pelo según las necesidades genéticas, analizando 48 variaciones del ADN en busca del mejor tratamiento para cada individuo.

Por ello, antes de probar cualquier fármaco o loción de venta libre, conviene ponerse en manos de profesionales que, sin duda, sabrán indicarnos qué tratamiento es mejor en cada caso. No obstante, veamos cuáles son los mejores tratamientos y fármacos para tratar la caída del cabello:

Mesoterapia capilar

La mesoterapia capilar es un tratamiento de bioestimulación y nutrición capilar que consiste en la administración subcutánea de un preparado que activa biológicamente las células de unidades foliculares, promoviendo la producción de cabello de mayor calidad y resistencia.

Es un tratamiento que se realiza a través de microinyecciones en el cuero cabelludo. Estas contienen un cóctel con complejos vitamínicos, nutrientes y otros componentes beneficiosos para el cabello como aminoácidos, antioxidantes o factores de crecimiento.

Se trata de infiltraciones muy superficiales, de muy poca cantidad y muy distribuidas. El objetivo es penetrar la sustancia en el interior de la unidad pilosebácea para nutrir, fortalecer y regenerar el cabello de forma directa.

Además, se trata de una técnica no quirúrgica e indolora, ya que las agujas empleadas en el tratamiento son muy finas.

Minoxidil​

El minoxidil se utiliza principalmente para estimular el crecimiento del cabello y para desacelerar la calvicie. Es un vasodilatador, es decir, incrementa el flujo sanguíneo hacia la piel estimulando la circulación capilar en la base del folículo piloso. Con el aumento de la irrigación sanguínea, la raíz del cabello también estará "más nutrida" y, por tanto, se estimula el crecimiento del pelo.

Cuando se utiliza como tratamiento capilar, el minoxidil se administra por vía tópica como loción, en forma de solución hidroalcohólica. También, para las personas alérgicas, se puede preparar en forma de espuma. Normalmente, la concentración de principio activo es del 5% en hombres y del 2% en mujeres.

Por lo general suele usarse entre 1 y 2 veces al día, y los resultados esperados pueden tardar en producirse de 4 meses a 1 año, aunque dependerá de cada persona. Sin embargo, la clave de su éxito reside en la aplicación constante y diaria durante el tiempo que dure el tratamiento. El minoxidil es más eficaz en las personas menores de 40 años de edad, cuya pérdida del cabello además es reciente.

Dutasteride

El dutasteride o dutasterida es un medicamento para el tratamiento de la alopecia que, aunque originalmente se empezó a usar para paliar los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata, actualmente se ha convertido en uno de los tratamientos más demandados contra la caída del cabello.

El mecanismo de acción del dutasteride es similar al del finasteride, ya que ambos se basan en la inhibición de la enzima 5 alfa-reductasa, molécula que en el organismo transforma la testosterona en DHT (dihidrotestosterona). Aunque ambos fármacos utilizan un mecanismo bioquímico similar –el bloqueo de la enzima DHT-, no son lo mismo. Mientras que la finasterida bloquea la enzima 5-alfa reductasa de tipo II, la dutasterida actúa bloqueando tanto el tipo I como el tipo II de la DHT.

El dutasteride se administra en forma de microinyecciones, por lo que es un tratamiento de mesoterapia capilar.

Plasma rico en plaquetas (PRP)

El tratamiento de plasma rico en plaquetas (PRP) es una técnica de bioestimulación capilar, que utiliza los factores de crecimiento propios de la sangre del paciente para reactivar el cuero cabelludo y el crecimiento natural del cabello. Sus resultados son rápidos y eficaces.

El plasma rico en plaquetas se obtiene mediante la sangre del paciente. Esta es sometida a un centrifugado para aislar las fracciones plasmáticas o PRP que interesan y son más idóneas para el tratamiento.

Los factores de crecimiento obtenidos se insertan mediante micro-inyecciones en las zonas con alopecia, pérdida de volumen o afinamiento del cabello. Se trata de un procedimiento prácticamente indoloro, pudiendo minimizar alguna molestia mediante la aplicación de frío o pequeñas dosis de anestesia. Después, para potenciar los resultados del tratamiento, se realiza una sesión de láser. Al tratarse de una técnica poco invasiva, el paciente puede volver inmediatamente a su vida normal siguiendo unas pequeñas pautas.

El procedimiento dura entorno a 30 y 60 minutos y los resultados comenzarán a ser visibles al mes siguiente, los cuales deberán reforzarse con sesiones sucesivas. Dependiendo del caso y del efecto en el paciente, el tratamiento suele repetirse pasados unos meses, 3 a 6 meses.